Darse lugar en el mismo final del continente americano entrega marcadas particularidades al extenso sur de Chile; y si bien las arquitecturas que ahí nacen son tan variadas como los distintos climas que ahí se dan, es cierto que existen ciertos rasgos que le son comunes a todas, como si detrás de sus diferencias apareciera un cierto parentezco.
A diferencia del árido norte y la templada zona central, el sur de Chile abre paso al clima frío y de inviernos lluviosos, acentuándose hacia las zonas más australes donde es posible encontrar paisajes totalmente emblanquecidos por la nieve. La accidentada geografía chilena continúa su angosto descenso pero se vuelve aun más compleja al entrar en la zona austral a raíz de una explosión de archipiélagos que fragmentan el borde costero y que de alguna manera son los responsables de que estos territorios mantengan aun su carácter solitario e inexplorado.
El agua es un recurso que aparece con fuerza en este territorio y va dibujando el paisaje con sus innumerables afluentes, ríos y lagos. Al mismo tiempo, el agua es el recurso que entrega vida a una biodiversidad que da la forma y color a un paisaje muy tupido y abundante, a través de extensos bosques, verdes prados y brumosos humedales.
Because it is located on the very tip of the american continent, the extensive southern region of Chile exhibits marked characteristics. And even though the architectural styles that are born there are as diverse as the various climate conditions, it is true that there are some characteristics common to all, as if behind the differences a true kinship exists.
Unlike the arid north and the temperate central zone, southern Chile experiences a cold and rainy winter climate wich become more intense towards the most southerly zones, where it is possible to find landscapes completely covered in snow. The rugged Chilean geography continues its narrow descent but becames even more complex upon reaching the southern zone, where an explosion of archipelagos fragments the coast and are somehow responsible for the isolate and unexplored character of these territories.
Water is a resource that appears in abundance in this territory. It draws across the landscape with its innumerable creeks, rivers and lakes. At the same time, it irrigates life, and gives form and colour to a thick and abundant landscape across the extensive forests, green meadows and misty wetlands.
Un clima de estas características condicionó desde el primer día el habitar del hombre del sur y como consecuencia su cultura constructiva. El frío irá diluyendo las tipologías céntricas de patio y corredor para abrir paso al arquetipo arquitectónico del refugio, que con sus cubiertas inclinadas e interiores resguardados no solo empieza dar forma a nuevas técnicas, sino además a dar una nueva imagen al paisaje construido.
Enfrentarse a estos climas fríos y lluviosos fue forjando una tradición constructiva muy eficaz en el control térmico. Sin arquitectos de por medio, las primeras construcciones alcanzaron las técnicas necesarias para lograr una envolvente hermética, impermeable frente a la lluvia y el frío pero al mismo tiempo con la resistencia necesaria para mantener el calor generado en el interior. Tales técnicas vernáculas se mantienen presentes hasta el día de hoy en viviendas rurales y periféricas a través de un conocimiento que se ha heredado en el boca a boca, pero por otro lado las labores de estudio y reinterpretación hecha por los arquitectos de la zona han terminado alimentando de manera positiva el conocimiento académico y profesional.
Por otra parte, las escasas horas de luz natural que el sur tiene en el invierno en estas altas latitudes transforman al asoleamiento en un preciado recurso del cual la arquitectura intenta sacar el máximo provecho, como pasó en los tiempos de la colonia en el año 1752, cuando se refundó la ciudad de Concepción en su actual ubicación en el valle de la Mocha. En contraposición a las leyes exigidas por las Indias, las cuales dictaban ordenar la grilla militar en el eje norte-sur, Concepción se fundó rotando dicho eje en un ángulo de 45 grados con el único fin de que la arquitectura ahí erguida se asoleara en sus cuatro fachadas y no solo en tres(1). Este ejemplo nos da una idea de lo importante que era la luz natural para una arquitectura que pretendía sobrevivir a la fuerte humedad del invierno, pero más importante aun, nos ilustra como nacen los criterios propios del pensar arquitectónico en la zona y que van a determinar el construir local.
La tectónica del sur de Chile es tan variada como sistemas constructivos se puedan pensar en madera. El hecho de ser una materia prima abundante y accesible, ha forjado con los años una sólida tradición constructiva que la ha tenido siempre presente como un material versátil, con la posibilidad de servir tanto de revestimiento como de estructura. En ciertos lugares, el trabajo de este material ha alcanzado sofisticados sistemas que además han dotado de cierto carácter a una determinada zona o región. Un ejemplo es la tejuela de alerce en Chiloé, una zona que por sus condición insular todavía conserva intactas ciertas tradiciones constructivas altamente vernáculas. Esta pieza de madera es una tradicional solución de envolvente muy efectiva contra el clima lluvioso y la humedad, tanto así que se usa en cubiertas y en paramentos verticales. Este elemento constructivo representa el resultado de una progresiva búsqueda local que intentó durante años usar la madera como protector contra el agua y que derivó de sistemas arcaicos que usaban inicialmente rollizos y troncos como solución de cubierta.
From the beginning, these peculiar climate conditions have affected the southern man's habitat and as a consequence his constructive culture. The cold dilutes the central typologies of court and corridor, making way for the architectural archetype of the shelter wich, with its sloped roof and protected interior, not only creates new techniques, but also a new image to the constructed landscape.
Facing these cold and rainy climate conditions forged a very effective constructive tradition in terms of thermal control. Without architects being involved, the first constructions demonstrated the techniques necessary to achieve a hermetic structure, impermeable to rain and cold, but at the same time with the necessary resistance to maintain the heat generated inside. Such vernacular skills are still present today in rural and peripheral housing through knowledge that has been orally transmitted. However, there has also been a more academic approach over confort conditions that has a positively nurtured professional knowledge.
On the other hand, the few hours of natural light that the south sees during wintertime transforms sunlight into a valued resource of which the architecture tries to take the more advantage. This occurred during the colonial times in the year 1752, when the city of Concepción was refunded in it current location in the Mocha Valley. Contrary to the Spanish laws prescribing the military grid using a north-south axis, Concepción was built on an axis rotated to a 45º angle. The sole purpose was to expose structures to the sun on all four facades, not only on three(1). This example gives us an idea of the importance of natural light for an architecture trying to survive the high humidity of winter. More importantly, it illustrates how this zone developed its own criteria for architectural thought and how this impacted local construction.
The tectonics of southern Chile are diverse as wood could be thought of for use in building practices. Abundant and accesible, wood has established a solid constructive tradition through the years. It has always been recognised as a versatile material that could be used both for cladding and structural elements. In some places, wood workmanship has reached sophisticated levels and, furthermore, has created a certain identity. An example of this is the larch shingle in Chiloé, a region where certain highly vernacular building traditions have been preserved intact due to the archipelago's isolation.This piece of wood is a very effective traditional solution for shielding against rainy and humid climate conditions - so much so that is used for roofs and vertical cladding. This construction element represents the result of local progressive research that tried for years to use wood as protection against water and was derived from ancient methods that used logs and trunks for roofing.
Sin embargo, este ejemplo esconde un aspecto más interesante aun, ya que más allá de las invariantes técnicas que tiene este sistema para asegurar su resistencia al agua, aparecen conforme pasa el tiempo variantes estilísticas que reflejan la soltura propia de un sistema que ya está incorporado a la cultura local. Así, podemos ver en un paseo por esta isla una gran variedad de terminaciones decorativas de la tejuela. Estas variaciones de estilo son una transición que probablemente muchas otras zonas del sur vivieron una vez afianzados sus sistemas constructivos frente al duro clima.
El clima no ha sido único factor que ha determinado la forma de construir y de habitar en el sur de Chile. La fuerte actividad sísmica de este país -una de las más altas del mundo- condicionó los asentamientos en estas tierras desde sus primeros días. Dos casos emblemáticos que valen la pena mencionar es por un lado la ciudad de Concepción, la cual tiene hasta la fecha más de 5 grandes terremotos de gran magnitud, incluso uno de ellos es el que termina de convencer a la población de refundar la ciudad en el valle interior de la Mocha. Y Valdivia, ciudad que en 1960 registra el terremoto más fuerte del que se guarde registro en la historia y que derrumbó gran parte del patrimonio construido.
Hechos como estos fueron formando una cultura de construcción con especial preocupación en la cuestión estructural de la mano de una normativa que pretendía evitar las numerosas pérdidas que dejaba cada terremoto a su paso, sin embargo serán precisamente estas pérdidas -específicamente las acontecidos durante la primera mitad de siglo XX- las que sin saber determinarían el carácter e identidad de algunas ciudades del sur, pues permitió a la arquitectura moderna cobrar una fuerte presencia en los procesos de reconstrucción urbana. Dicho protagonismo no fue solamente cuantitativo, ya que existieron obras de mucha importancia que siguen hasta el día de hoy siendo casos de estudio.
Furthermore, this example yields an even more interesting aspect. Beyond the technical invariants that this method requires to ensure its resistance to water, it turns out that stylistic variants were elaborated upon, reflecting the inherent freedom within a construction technique that was already incorporated into local culture. So, in a tour across this scenic island we can see a great variety of decorative shingle claddings. These style variations are a transition that many other zones in the south probably experienced at one time, strengthening their building techniques against harsh climate conditions.
Weather has not been the only factor that has determinate the way of constructing and living in the south of Chile. The strong seismic activity of this country -one of the world's highest- has impacted the settlements in these lands since their earliest days. Two emblematic cases are worth mentioning. On the one hand, there is the city of Concepción, which up to this date has experienced more than five high magnitude earthquakes - one of which even convinced the population to refund the city in the inner Mocha Valley. On the other hand, Valdivia registered the strongest earthquake ever recorded in history in 1960, which knocks down a large part of its building heritage.
Events like these formed a culture of construction with special attention given to structural issues by establishing standards which aimed to avoid the numerous losses that occurred during every earthquake. Nevertheless, it is precisely these losses, specially those which happened during the first half of the twentieth century, that would -without knowing it- defined the character and identity of some of the cities in the south since they allowed modern architecture to gain a strong presence in the urban reconstruction process. This leading role was not solely quantitative, as some very important works still exist that continued to be case studies today.
El año 1960 la Cooperativa Eléctrica de Chillán encarga a los arquitectos Juan Borchers, Jesús Bermejo e Isidro Suarez la construcción de sus oficinas principales. Este encargo llega en el momento en el que estos tres arquitectos buscaban encarnar en arquitectura una serie de ideas y pensamientos propios que venían madurando desde aproximadamente diez años, particularmente en la figura de Juan Borchers(2).
El edificio de la Copelec irá más allá de los postulados modernos para poner en práctica principios propios de isotropía, antropometría y del dinamismo entre otros. El edificio se inserta respetando las lógicas urbanas de Chillán -una ciudad de apenas 150.000 habitantes- exhibiendo un aspecto austero y monolítico que hasta el día de hoy se mantiene intacto. La Copelec es considerada por muchos la obra más relevante del sur de Chile y Juan Borchers uno de los arquitectos más importantes nacidos en este territorio.
Otro caso emblemático del sur de Chile y que merece ser mencionado es el plan maestro de la Universidad de Concepción llevado a cabo por Emilio Duhart en 1957. La historia previa es la de un primer plan maestro que intenta asentarse en un suelo inundable y de mala calidad producto de la humedad. Su segunda intervención, a cargo de Karl Brunner en 1931, estableció ciertos ejes y conexiones con la ciudad que posteriormente serían tomados en cuenta por Emilio Duhart en su plan director de 1957. Duhart aporta la componente moderna a través un lenguaje claro y ordenado. Su pensamiento integrador lo llevó a generar una magistral sinergia entre arquitectura y espacio público, en la cual la escala humana es la principal protagonista y la arquitectura por otra parte, tiene tanto valor en su condición de objeto construido, como en su integración con la totalidad(3). El ejemplo más emblemático de esto último va a ser el edificio de química terminado en 1967 y que terminaría trágicamente destruido por las llamas tras el terremoto en febrero de 2010.
In 1960, the Chilean Electrical Cooperative commissioned the architects Juan Borchers, Jesús Bermejo and Isidro Suarez to construct their headquarters. This commission came at a time when these three architects were seeking to implement a series of ideas and personal thoughts into architecture which had been maturing for approximately ten years, particularly for Juan Borchers.
The Copelec building would go beyond modern postulates, implementing his own principles in terms of isotropy, anthropometry and dynamism, among many others. In spite of hits complex geometry, the building was inserted respectfully into the urban logic of Chillan -a city of only 150.000 inhabitants- exhibiting an austere and monolithic look which remains intact today. Copelec is regarded by many as the most significant work in southern Chile and Juan Borchers as one of the most important theorist that architecture in these territories has had.
Another illustrative case in southern Chile that deserves to be mentioned is the master plan for the University of Concepción, undertaken by Emilio Duhart in 1957. The background history is that the first master plan, designed by Karl Brunner in 1931, established some axes and connections to the city that would subsequently be integrated by Emilio Duhart into his 1957 master plan. Duhart contributed the modern component through let and well-organized language. His integrating approach generated a masterful synergy between architecture and public space in which the human scale is the main protagonist and architecture plays alongside, acquiring as much value in its condition as a constructed object as in its integration into the whole. The most representative example of the above mentioned synergy is the chemistry building. Completed in 1967, it met a tragic end following the earthquake of February 2010 when it was destroyed by fire.
Con este inmenso campus universitario, la ciudad de Concepción se transformó en el polo educativo del sur de Chile, factor que ayudó a transformarla en la urbe más importante del sur. Sin embargo, a pesar de ser un campus que inicia sus actividades en 1925, no será hasta el año 1969 en el que se fundará la primera escuela de arquitectura del sur de Chile, la cual por lo demás no fue realizada bajo el alero de esta Universidad, sino por la Universidad Técnica del Estado en 1947 -actual Universidad del Bio-Bio- bajo una reforma nacional que buscaba activar nuevos polos de desarrollo.
Esta fecha es sumamente importante, pues marca el inicio de un proceso formador que empezará a dar lugar a un pensamiento arquitectónico propio del sur de Chile y que si bien en sus inicios vendría de la mano educadora de arquitectos formados en otras universidades, paulatinamente iría tomando vuelo propio. A la escuela de arquitectura de la Universidad del Bio-Bio se irían sumando con el pasar de los años otras escuelas más.
De todas las escuelas de arquitectura del sur de Chile, ninguna ha tenido tanto impacto en los últimos años como la escuela de arquitectura de la Universidad de Talca en la región del Maule. En donde una intención de adaptar una malla académica a una realidad más modesta y tradicional se terminará convirtiendo en un modelo de enseñanza estudiado y citado tanto dentro como fuera del país. Talca, en un compromiso de enseñanza con sus alumnos por formar estudiantes que entiendan su territorio desde la forma más concreta posible, es decir, desde el saber-hacer y poder-hacer, con el territorio y la economía local, terminó con proyectos de fin de carrera construidos. Aunque en su mayoría son obras de escalas pequeñas y de escasos presupuestos, cada uno de estos proyectos salva una relación con el territorio, ya sea por su tono poético o bien por la temática local que abarca. Juan Román, fundador de esta escuela ha sido esquivo al referirse a este modelo como exitoso y afirma que esta metodología de enseñanza tiene como único fin formar a un profesional con oportunidades de obtener una fuente laboral estable(4).
With a huge university campus, the city of Concepción transformed into the the educational centre of southern Chile, a factor which helped its transformation into the most important city in the south. However, despite having been an active campus since 1925, the first school of architecture in southern was not founded until 1969. Furthermore, it was not established under the roof of this university but by the State Technical University -currently known as the University of Bio-Bio- during a national reform that sought to stimulate new centres of growth.
This date is of the utmost importance because its marks the start of a process of formation that would give rise to architectural thought specific to southern Chile. Even through at the beginning, the educative role would be filled by architects trained in other universities, it gradually assumed its own independence. Over the years, the University of Bio-Bio School of Architecture has been joined by many other schools.
Of all the schools of architecture in southern Chile, none has ha as much recognition in recent years as the University of Talca School of Architecture in the Maule region. There, the intention of adapting the school curriculum into a more modest and traditional reality has ended up creating a model of education studied and referenced as much inside as outside the country. Talca, in a commitment to educating its students to become graduates who understand their territory in the most concrete way -that is to say from "know-how" to "can-do" within the territory and the local economy- concludes coursework with graduation projects become real constructions. Even through the majority of these projects ar small-scale works with low budgets, each of these projects creates a particular relationship to the territory with its poetic tone or because of the local concern it addresses. Juan Román, founder of this school, has been elusive to comment on the success of this model, affirming that this educational methodology has the sole aim of equipping professionals with the skills to obtain a stable job.
Sea o no sea así, las obras de Talca han alimentado la producción arquitectónica contemporánea del sur y de un país que hasta hace poco no figuraba en el imaginario arquitectónico mundial, pero que en los últimos 20 años ha gozado de una fuerte exposición. Este repentino interés que ha despertado la arquitectura chilena es difícil de comprender en un espacio tiempo tan breve como el acontecido y por lo mismo particularmente complejo al momento de establecer aspectos comunes. Sin embargo si hubiera que aventurarse en afirmar algo, podríamos decir que se trata de una arquitectura que ha sabido nutrirse de lo existente, rescatando elementos desde lo hallado y lo cotidiano para llevarlo hasta la arquitectura.
Esta afirmación probablemente calza con la visión que entrega Enrique Walker(5) intentando dar cabida a un tipo de contemporaneidad que se basa en lo ordinario como una estrategia de formulación del proyecto. En el caso particular del sur, el rescate de lo existente viene desde los accidentados paisajes naturales pero además de todo el universo cultural que implica el paisaje construido.
Estos ingredientes son en la mayoría de los casos los que han dado a la producción chilena un carácter tan contemporáneo como local. Sería el mismo Rafael Moneo quien en el número 650 de la revista Casabella reflexiona sobre el carácter global y local que empezaba a mostrar en 1997 la emergente producción chilena:
Talca have fed the production of contemporary architecture in the south and in a country that, until recently, did not exist on the global architectural scene but has enjoyed strong media exposure in the last twenty years. This sudden interest in Chilean architecture occurring in a brief space of time is difficult to understand, and, at the same time, it is particularly difficult to establish common characteristics. Nevertheless, if it is necessary to risk asserting something, we might say that it is a matter of an architecture which draws from the preexisting, saving elements from tradition and daily-life to implement into his own architectural style.
This affirmation likely matches the vision that Enrique Walker puts forth, trying to include a kind of contemporaneity based on the ordinary as a strategy in the formulation of a project. In the particular case of the south, reusing the preexisting comes from the rugged natural landscape in addition to the whole cultural universe that entails the constructed ladscape.
These ingredients are in most cases those which have given Chilean architecture a character that is as much contemporary as it is local. It would be the same Rafael Moneo who wrote in number 650 of Casabella magazine about the global and local character of the emerging Chilean architectural movement to have arisen in 1997:
Obras como la Casa Poli de los arquitectos Pezo von Ellrichshausen, el Hotel Remota y las Termas Geométricas de Germán del Sol o el sencillo mirador Pino Guacho de Estudio Talca son ejemplos de una arquitectura erguida en el sur y que podríamos decir que encarnan esta reflexión de Moneo.
Consecuencia de esta nueva arquitectura aparece un territorio sur que ya no solo despierta el interés por el paisaje natural o por su cultura local, sino también por la calidad de su obra nueva, y que dicho sea de paso, muchas surgen como respuesta a la fuerte actividad turística que tiene esta zona.
Con más o menos turismo, el sur sigue siendo aun un paisaje en construcción. Su condición lejana y periférica mantiene una escala urbana intermedia y de poca densidad en la mayoría de sus zonas urbanas. Los actuales arquitectos tienen una gran responsabilidad durante los próximos años ya que muchas de estas ciudades van a continuar sus procesos de expansión y crecimiento. Mientras esto sucede es importante detenerse por un momento y poner en valor cada uno de los elementos que hacen de este lugar el sur de Chile.
Works such as the Poli House Cultural Centre by the architects Pero von Ellrichshausen, the Remota hotel and Termas Geométricas hot spring spa by German del Sol, or the simple Pino Huacho observation deck by Grupo Talca are examples of an architecture raised in the south which, we might say, personifies Rafael Moneo´s thinking.
As a consequence of this new architecture there is a southern territory that not only awakens an interest in the natural landscape and local culture, but also in the quality of its new work. This occurs in many cases as a result of the strong tourism activity in this zone. With more or less tourism, the south continues to be an unfinished landscape. Its distant and peripheral conditions maintain an intermediate scale and a low density in most urban zones, despite the fact that they all experience a process of expansion -an increase in population and infrastructure. Consequently, and before ending, I would like to highlight the responsibility of today's architects, since in the coming years many of these cities and communities are going to see a global machine which might rapidly bury the elements of local value.
GIULIANO PASTORELLI P.
El texto presentado fue escrito por el autor como la parte introductoria a la arquitectura del sur de Chile para el libro "Architectual Guide - Chile". 2016. DOM Publishers, Berlin.
BERRÍOS Cristian, Plan Director de la Universidad de Concepción. Emilio Duhart 1957-62. Revista Urbano, vol. 10, nº 16, Noviembre, 2007.
ROMAN Juan, en GRIBORIO Andrea.,Cuando el Paradigma es la Educación. Arquine. {http://www.arquine.com/cuando-el-paradigma-es-la-educacion/}
WALKER Enrique,. Lo Ordinario. Editorial GG, 2010.
MONEO Rafael, Architettura e globalizzazione. Alcune fiflessioni a partire dalle vicende dell'architettura cilena contemporanea, Casabella, 650. 1997.