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La casa cosmos es una pequeña casa ubicada en las cercanías de Puerto Escondido en la costa del estado de Oaxaca.
La casa parte de tres elementos principales.
El primer elemento es un centro o núcleo duro, construido con losas y columnas de concreto con un acabado en bruto, el cual resguarda el espacio habitable bajo techo: un programa reducido que incluye 1 habitación, cocina-comedor, estar y área de aseo. Cada uso dividido en un cuadrante de una planta casi de un cuadrado perfecto.
El segundo elemento es una retícula externa hecha de de vigas y columnas de concreto con un acabado suave y liso, sujetas al núcleo central que permite extender las actividades a lo largo y ancho de la casa hacia el exterior, generando patios, terrazas, circulación perimetral y vertical y estanque. Modificando la dimensión real de la experiencia de habitar la casa.
El tercer elemento es la cubierta que funciona como mirador hacia el paisaje lejano. Un espejo de agua es un tablero para leer las estrellas, constelaciones y el cosmos alrededor de nosotros por la noche.
La casa se relaciona fuertemente con el paisaje por medio de una piel de celosías verticales operables de madera, lo cual también protege la casa cuando no está en uso y brinda diversos niveles de privacidad cuando está habitada. También por una cimentación de cuatro elementos portantes que levantan la casa, liberando el terreno y la topografía debajo de esta para que corrientes de agua, aire, plantas y animales sigan cruzando por el territorio. Por último, por la retícula exterior de madera que abraza e incorpora la vegetación existente haciendo que los puntos entre Arquitectura y Paisaje sean indefinidos y se transformen con las estaciones y tiempos de las plantas y usos que le dan a la estructura los usuarios.
El sistema constructivo está basado en una retícula de columnas y vigas de 20 cm x 20 cm colocadas para formar espacios interiores de 4.10 m x 4.80 m y exteriores de 2.60 m x 2.60 m, 2.60 x 4.10 m y 2.60 x 4.80 m.
El resultado es una casa de 78.7 m2 interiores y 100 m2 totales contando el área abarcada por la estructura exterior de la casa.
Una de las principales líneas de diseño de la casa es el uso de una estructura en forma reticular que pudiera responder a su situación en una zona sísmica, logrando con esto responder a los movimientos telúricos hacia cualquier dirección. Así mismo la selección de los materiales, que brindarían rigidez, durabilidad y bajo mantenimiento de la casa. El uso de la madera para completar la estructura es por la calidez que suma al espacio, así como por la temporalidad que le dará a la casa ya que esta irá cambiando a lo largo del tiempo. Entendiéndose así la casa misma como un proceso de transformación, relacionado al sitio, a la vegetación, a las estaciones, las constelaciones, la naturaleza circundante.
El uso de materiales locales, de bajo mantenimiento y cuyo entendimiento racional en su utilización y duración en el tiempo es una de las bases del diseño de la casa. Básicamente 2 materiales para construir una casa: el concreto (sistema constructivo altamente absorbido por la arquitectura mexicana) que ofrece al proyecto la resistencia estructural para la zona sísmica, durabilidad alta, economía y bajo mantenimiento; y la madera (del árbol macuil de la zona) que ofrece la flexibilidad de los cerramientos, a escala humana, y la relación de la casa con su entorno inmediato, no solamente a través de las vistas, sino también a través de la temperatura, el sonido, el viento. Todas las aguas derivadas del uso de la casa son filtradas por una cisterna de arenas y piedras, y se promueve el uso de jabones y shampús de origen natural para no contaminarla. El agua captada por la cubierta durante las temporadas de lluvia es redirigida por una sola bajante pluvial, con la idea de almacenarla y usarla para que contribuya al crecimiento de los jardines plantados dentro de la crujía del perímetro exterior de la casa.
Al ser una casa diseñada para un lugar remoto, alejado de una ciudad, el uso de los recursos locales existentes fue de gran importancia. No solamente los recursos materiales, sino los humanos, la inventiva humana fue parte constante del proceso de construcción de la casa.
Todo el equipo de construcción estuvo formado por operarios locales, los cuales fueron capacitados a través de procesos de pruebas constructivas en los diferentes usos del concreto para estructura, muros, pisos y otros acabados. Así mismo el trabajo de madera local estuvo a cargo de artesanos locales, que desarrollaron los sistemas de aperturas y movimiento de las puertas y persianas de madera, contribuyendo con sus conocimientos al desarrollo de estas importantes piezas. La casa contribuye de esta forma también al desarrollo de los oficios locales en la comunidad, absorbiéndolos y dejándolos ser parte de la arquitectura misma. El resultado es fruto del trabajo en equipo de la gente local y los arquitectos.
S-AR